La proyección del crecimiento ha sido revisada nuevamente a la baja, ubicándose en 0,2%, inferior al 1,5% proyectada en julio pasado. Esta revisión del Producto Interno Bruto para el 2019 estuvo explicada, principalmente, por el lado de la oferta, por los resultados del sector agrícola, las binacionales y la industria manufacturera, y por el lado de la demanda, por la demanda externa neta, informó este miércoles el Banco Central del Paraguay (BCP).

Contexto mundial y regional
Respecto al informe de julio, las perspectivas de crecimiento económico mundial se han reducido tanto para este año como para el 2020. Esto a consecuencia de las persistentes tensiones en materia de comercio internacional, la débil producción industrial y un reducido nivel de inversión durante el primer semestre del año.

La incertidumbre política a nivel internacional no se ha disipado, lo cual eleva la probabilidad de ocurrencia de sucesos que pueden afectar de manera negativa. Estados Unidos y China no han logrado avances en las negociaciones para poner fin a las tensiones comerciales entre ambos países, persistiendo los cambios de tono entre sus principales autoridades.

Por su parte, en Europa se ha elevado la probabilidad de una salida sin acuerdo del Reino Unido, lo que se espera que sea resuelto durante el último trimestre de este año. Además, se han sumado factores de tensión en Arabia Saudita, por los ataques a las plantas petroleras, y en China, por las continuas protestas en Hong Kong.

En cuanto a las condiciones financieras, los factores de incertidumbre han impulsado a los Bancos Centrales de todo el mundo a tener una posición más acomodaticia, volviendo las condiciones financieras más blandas a nivel internacional. Por otra parte, en la región, el escenario económico permanece complejo.

Argentina continúa con el deterioro en su actividad económica en general y con altos niveles de inflación, mientras que, en Brasil, la actividad económica muestra signos ambiguos. Los factores de riesgo, geopolíticos y comerciales se han traducido en unas menores perspectivas de crecimiento tanto en las economías avanzadas como en las economías en desarrollo.

Hasta el informe anterior, Estados Unidos era uno de los pocos países desarrollados en el cual la actividad manufacturera continuaba expandiéndose. Este periodo de expansión ha terminado en el mes de agosto de 2019, notándose que el PMI manufacturero se encontraba en zona de contracción, principalmente a consecuencia de una caída de las nuevas órdenes para exportación. Las preocupaciones respecto al futuro desempeño de la economía americana han hecho que la Reserva Federal reduzca la tasa de fondos federales en dos ocasiones durante el tercer trimestre y poniendo fin, de manera anticipada, al programa de reducción de su hoja de balance.

El panorama de la actividad económica de la Eurozona permanece complejo. La actividad manufacturera continúa contrayéndose, principalmente a consecuencia de una ralentización del comercio internacional. Sin embargo, los niveles de empleo siguen mostrando datos favorables. En tanto que China, es la única economía avanzada que no ha tenido revisiones a la baja de su estimación de crecimiento, pese a ello, la situación de la actividad manufacturera sigue débil, lo cual ha afectado de manera negativa al precio de los commodities.

En cuanto a las economías sudamericanas, el desempeño sigue sin ser alentador. En Argentina se prevé una tasa de crecimiento negativo para este año y ahora también para el 2020. Tras las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), se ha notado un fuerte repunte en la inflación y una fuerte depreciación del peso argentino frente al dólar americano, lo que dificultaría aún más el proceso de ajuste macroeconómico que se viene dando en el país.

En tanto que, en Brasil, se han registrado resultados ambiguos en lo relativo a actividad económica, con tasas de crecimiento interanual positivas y negativas del indicador mensual de actividad a lo largo del 2019. Cabe destacar, el mejor desempeño de la actividad manufacturera en los últimos meses y un mercado laboral más fuerte para la economía brasileña. En los demás países de la región la actividad económica ha mejorado en el margen, en tanto que la presión al nivel de precios ha sido baja.

Contexto doméstico por el lado de la producción
El Producto Interno Bruto del 2019 presenta una revisión a la baja del 0,2%, inferior en 1,3 puntos porcentuales a la proyección de julio de 2019. El BCP recortó aún más el crecimiento debido en gran medida a los factores climáticos adversos que afectaron persistentemente a sectores claves de la economía (agricultura, ganadería, binacionales y construcción) y a un escenario externo, donde las tensiones comerciales han acentuado la incertidumbre global.

Desde la óptica de la oferta se observan desempeños negativos en los sectores primario (-4,7%), secundario (-2,4%) y un crecimiento positivo en el terciario (3,3%). Tal como se anunció en el informe de julio, se confirma la fuerte disminución en la producción de soja, en la campaña 2018/2019, explicado por factores climáticos adversos, impactando significativamente al sector agrícola.

La industria manufacturera exhibe un desempeño negativo (-1%), explicado en particular por algunos renglones asociadas al sector agropecuario, construcción y al comercio internacional. Por su parte, el sector de la construcción tendrá un crecimiento acumulado menor al proyectado en julio, debido principalmente a continuas lluvias en el primer semestre y a una lenta ejecución de las obras públicas, producto de la transición de un gobierno a otro.

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