La presidenta del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Daniele Nouy, ha instado este miércoles a acometer la concentración de un sistema bancario europeo, en el que considera que «hay demasiadas entidades compitiendo por los clientes», informó El Economista.

«En conjunto, parece que el sistema bancario europeo se ha hecho demasiado grande», ha sostenido la dirigente comunitaria, que ha subrayado la necesidad de dejar caer a algunos bancos para que el sistema funcione, así como también la de incentivar las fusiones entre entidades, tanto nacionales como transfronterizas.

«Los bancos deben poder caer. Esta es, probablemente, la cosa más importante que se puede hacer para que el mercado funcione de nuevo», ha sostenido Nouy durante su intervención en VIII Encuentro Financiero Expansión-KPMG: ‘La banca ante los retos de la regulación, la rentabilidad y la digitalización’, donde ha sido presentada por el presidente de KPMG España, Hialrio Albarracín, y la presidenta de Microsoft España, Pilar López.

Nouy, quien considera que el sistema bancario es demasiado grande para los estándares internacionales a pesar de haberse reducido ligeramente tras la crisis financiera, ha advertido de que un sector bancario demasiado grande «no solo perjudica a los bancos», sino a toda la economía en su conjunto.

En cualquier caso, Nouy se ha mostrado optimista al señalar que existe «una buena probabilidad de que el sector bancario se contraiga» y ha puesto en valor que el Mecanismo Único de Resolución (MUR) es capaz de asegurar la estabilidad del sistema financiero ante la quiebra de entidades, como se ha demostrado tras la quiebra de Banco Popular y de los bancos italianos Banca Populare de Vicenza y Veneto Banca.

«El MUR pasó su primera prueba cuando tres grandes bancos quebraron. Estos casos fueron manejados eficientemente y eficazmente», ha sostenido la dirigente europea.

«Buena base para el futuro»

Por su parte, el presidente del KPMG España ha apuntado que las reformas del sistema financiero emprendidas tras la crisis económica, así como la buena marcha de la economía, suponen una «buena base» para que la banca siga haciendo frente a los retos del sector.

Asimismo, la presidenta de Microsoft España, ha apuntado que «lo único» que está cambiando más rápido que la banca son «las expectativas de sus clientes», quienes esperan que sus bancos se conviertan en «bancos inteligentes». «Los bancos ya tienen muchos datos sobre sus clientes y el desafío es saber qué hacer con esos datos», ha apuntado.

El Banco de España apoya la idea

El subgobernador del Banco de España, Javier Alonso, ha abogado por un aumento de las fusiones transfronterizas en el sector bancario con el objetivo de «reducir el exceso de capacidad» y «mejorar la eficiencia» de las entidades.

Alonso ha explicado que sería «deseable» que estas operaciones corporativas se llevaran a cabo a nivel europeo, entre diferentes países, aunque «no parece ser la tendencia que prevalece». «Debemos seguir trabajando para identificar los elementos que puedan estar limitando dichas operaciones», ha señalado.

Para Alonso, a pesar de la recuperación del sector financiero, aún existen «elementos de incertidumbre», como la evolución reciente del crédito, que «aún se mantiene en tasas negativas», o la rentabilidad de las entidades bancarias, que persiste en «niveles negativos» y lejos de los niveles anteriores a la crisis.

El subgobernador del Banco de España ha explicado que los bajos tipos de interés han sido «un factor clave en la recuperación económica», pero presionan a la baja el margen de las entidades financieras. Por ello, es necesario «ser cautelosos» y descontar que el entorno de bajos tipos de interés «puede tener cierta persistencia», por lo que será un «factor a tener en cuenta» a la hora de analizar la rentabilidad bancaria en los próximos años.

En cuanto a las nuevas tecnologías y la entrada de nuevos competidores, Alonso ha señalado que la innovación tecnológica ofrece «grandes oportunidades de mejora» para los bancos, tanto en términos de menores costes como a la hora de ofrecer mejores productos a los clientes.

«Este proceso no está exento de incertidumbres y de destacados riesgos, muchos de los cuales se ven ahora acentuados por la rapidez de los cambios, así como por la aparición de nuevas interdependencias», ha explicado en referencia a posibles fraudes, ciberataques y un uso indebido de la información personal, así como «otros que supongan una amenaza para la estabilidad del sistema».

Además, Alonso ha advertido de que la adopción de nuevas tecnologías por parte de las entidades «puede requerir elevados costes de inversión iniciales, «a veces en múltiples proyectos hasta que uno de ellos resulte rentable».

En cuanto a los nuevos competidores que tienen el objetivo de desarrollar el negocio fundamental de las entidades, como las plataformas de financiación participativa (‘crowdfunding’), que «compiten por la prestación de crédito beneficiándose de la ventaja que les otorga el no tener que cargar con las rigideces o los costes de la banca tradicional», Alonso ha explicado que «si bien estas nuevas empresas pueden llegar a desarrollarse con cierta intensidad, su oferta suele dirigirse a segmentos muy específicos y, en general, menos atractivos para la banca».

«Además, el riesgo de crédito que conllevan las operaciones y las posibles reticencias por parte de los clientes financiadores pueden limitar su recorrido», ha advertido el subgobernador del supervisor español.

Requerimientos exigentes para algunos bancos

Por otra parte, el subgobernador ha destacado que los bancos deben hacer frente a otros desafíos, como las mayores exigencias regulatorias en materia de solvencia y de resolución bancaria, que requieren mantener en balance instrumentos financieros con capacidad suficiente de absorber pérdidas.

Para Alonso, la constitución de estos requerimientos mínimos de MREL «no es una tarea sencilla» y se presenta «como un reto especialmente exigente en el caso de entidades que no tengan experiencia en la emisión en el mercado de este tipo de instrumentos».

Recobrar la confianza de los clientes

Por último, Alonso ha hecho referencia a la confianza de los clientes, «el principal activo que tienen las entidades», que fue socavado durante la crisis. «Su recuperación es uno de los principales desafíos» de los bancos, algo que deberán hacer a través de la mejora de la transparencia en la comunicación, la aplicación de mejores prácticas de comercialización y la protección de los intereses de los clientes.

«El negocio bancario se halla en un momento de profunda transformación, cuyas implicaciones son aún difíciles de prever. No sabemos lo que depara el futuro para el sector, pero sí sabemos que las entidades deben y pueden preparase para ello», ha concluido.

Compartir