UE ya dio luz verde a aranceles definitivos a coches eléctricos importados por los europeos desde China
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La Unión Europea ya dio luz verde a los aranceles definitivos a los coches eléctricos que se importan a Europa desde China, pese a que varios países como Alemania y España han intentado evitarlo y a que grandes fabricantes europeos como Mercedes, BMW y Volkswagen han pedido al Ejecutivo comunitario que rebaje tensiones para evitar una gran guerra comercial. De este se hace eco hoy diferentes medios periodísticos internacionales.
Pero la respuesta no se ha hecho esperar: además de haber elevado ya los impuestos al brandy europeo y estar estudiando hacer lo mismo con la carne (especialmente la de cerdo, de la que España es su principal importador), China ya estudia elevar los aranceles a los coches de gran cilindrada que salen de las plantas europeas y se venden en su mercado.
En un comunicado con fecha de hoy, al que tuvo acceso la agencia internacional de noticias Reuters, el Ministerio de Comercio de China asegura que Pekín “ya está estudiando medidas que incluyen el aumento de los aranceles sobre los coches importados de gasolina con gran cilindrada”, ya que “la medida salvaguardará los derechos de las empresas chinas”.
Estas medidas antidumping temporales a las importaciones de brandy procedentes de la UE, afectan sobre todo a marcas procedentes de Francia, quien votó a favor de los aranceles a los coches chinos. Entre ellas, Hennessy, Remy Martin, Remy Cointreau o Pernod Ricard.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo la semana pasada en una conferencia que la investigación china sobre el coñac carecía de fundamento, mientras que los aranceles sobree los vehículos eléctricos “eran necesarios para preservar la igualdad de condiciones”, y describió la investigación de Pekín como “pura represalia”.
Lo siguiente podría ser la resolución de una investigación antidumping en curso sobre los productos porcinos importados de la UE. Acerca de esta, China ya avisó en su día que tomaría decisiones “objetivas y justas” cuando concluyera.
China ya ha avisado también de que está considerando un aumento de los aranceles sobre las importaciones de vehículos con motores de combustión de gran cilindrada, lo que afectaría sobre todo a los productores alemanes. Las exportaciones de vehículos de alta gama con motores de 2,5 l o más a China alcanzaron los 1.200 millones de dólares el año pasado.
Las conversaciones entre ambas partes continúan, y los anuncios chinos pueden representar un intento de Pekín de presionar a Bruselas para que encuentre una alternativa a los aranceles.