La tasa de empleo del Reino Unido alcanzó un nuevo récord en el primer trimestre del año, cuando se situó en el 74,8%, mientras que el desempleo cayó hasta el 4,6%, su nivel más bajo desde 1975, según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística (ONS).

A pesar de los buenos datos, los salarios, en términos reales (descontando la inflación) cayeron por primera vez en tres años, un golpe al bolsillo en pleno Brexit y antes de las elecciones del 8 de junio.

Son las dos caras de un mercado laboral que parece robusto pero que da algunas señales de debilidad y que podría hacer más difícil el trabajo del Banco de Inglaterra. El emisor tiene que decidirse entre una economía que parece que aguanta la salida de la Unión Europea (de momento) pero que ve cómo la libra se devalúa y los precios suben.

Si Mark Carney, el gobernador, decide actúar para contener un IPC que amenaza con llegar al 3% este año, podría afectar al desempeño económico mientras la sombra de una burbuja inmobiliaria, especialmente en Londres, planea con golpear al Reino Unido. El Banco de Inglaterra considera que una tasa de desempleo del 4,5% es la que se puede sostener sin que, en teoría, afecte a la inflación general, pero si los salarios no remontan es difícil que el consumo, el motor de la economía, logre mantenerse.

El lado positivo

De momento, lo que no se puede negar es que el mercado de trabajo goza de buena salud. Entre enero y marzo, la cifra de ocupados en Reino Unido alcanzó los 31,947 millones, lo que representa un incremento trimestral de 122.000 personas y de 381.000 en comparación con el mismo periodo de 2016. De este modo, la tasa de ocupación alcanzó el 74,8%, la más elevada desde que comenzaron los registros en 1971.

Por su parte, el número de parados en el primer trimestre descendió a 1,54 millones de personas, una reducción de 53.000 desempleados en tres meses y de 152.000 en un año.

Asimismo, la cifra de personas inactivas en Reino Unido bajó hasta 8,83 millones, un descenso de 4.000 en comparación con el trimestre anterior y de 82.000 en términos interanuales, lo que situó la tasa de inactividad en el 21,5%, la más baja desde 1971.

Los salarios no van por el mismo camino

Por otra parte, la oficina estadística del Reino Unido indicó que los ingresos nominales de los trabajadores experimentaron un alza interanual del 2,4% al incluir los bonus, mientras que sin tener en cuenta la retribución variable, el incremento fue del 2,1%.

No obstante, en términos reales, incluyendo el efecto de la inflación, los ingresos aumentaron un 0,1% en el caso de tener en cuenta el pago de bonus, mientras bajaron un 0,2% al no incluir esta retribución variable en el primer trimestre. Teniendo en cuenta que el IPC fue del 2,7% en abril, es posible que los bolsillos de los trabajadores sigan sufriendo.

El problema de los salarios es que no se han recuperado los niveles de 2008, y que tras el duro golpe de la crisis financiera solo han crecido por encima de la inflación poco más de dos años. Desde el Gobierno y el Banco de Inglaterra se espera que la remuneración remonte este año y que la fortaleza del mercado laboral acabe impulsando los salarios incluso por encima de la los precios en 2018. Si no lo consigue, es más que posible que los tipos de interés sigan bajos a pesar de la inflación.

Como en todo, la incertidumbre sobre las negociaciones del Brexit está afectando, y los economistas apuntan a que muchos empresarios estarían centrándose en reducir costes. Las estimaciones oficiales no son optimistas y apuntan a que el trabajador medio seguirá ganando menos dinero en 2021 de lo que hacía antes de la crisis, pero algunos son todavía más pesimistas.

Fuente: El Economista

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