Los expertos aprecian su descuento por valoración, que la hace más barata que otras plazas europeas, pero muestran cautela sobre cómo resolverá la pérdida de sus grandes socios comerciales, destaca la prensa europea.
Incertidumbres globales de los mercados como el coronavirus chino, las luchas comerciales o las dudas sobre el crecimiento, se añade en la Bolsa de Londres la deuda de cómo resuelve la pérdida de socios económicos tan importantes.
Como indican desde el banco británico Barclays, “la UE compra la mitad de todas las exportaciones del Reino Unido. Por el contrario, su papel como socio comercial del resto del mundo ha estado en declive durante décadas. El Reino Unido ahora representa menos del 3% del comercio mundial, la mitad del nivel de hace 20 años. Reemplazar el comercio perdido de la UE con el comercio a otros países será una tarea clave al salir de la UE”.
Desde el banco de inversión suizo Julius Baer consideran, incluso que si Reino Unido llega a un acuerdo comercial con la UE –el periodo de transición dura hasta finales de 2020- significaría “un Brexit bastante duro, ya que comprendería solo el libre comercio de bienes y causaría interrupciones en los servicios”. Y añaden que incluso en el escenario menos complicado posible, causará “consecuencias económicas y posiblemente provocará que el Banco de Inglaterra reduzca los tipos de interés”.
Su economía, al igual que el resto de Europa, está marcada por datos contradictorios con un crecimiento lento y una inflación por debajo de sus objetivos. Pero la subida del índice manufacturero (PMI) de enero por encima de los 50 puntos, los buenos datos de la encuesta de fabricación CBI así como que el Brexit haya dejado de ser una de las principales preocupaciones de las empresas según la encuesta Deloitte CFO invitan al
optimismo.