La Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) inició las sesiones de trabajo para abordar el Estudio de Madurez Digital, un proceso innovador orientado a evaluar y fortalecer la capacidad digital de la institución. Estas sesiones se desarrollan en el marco de la cooperación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y se llevan a cabo esta semana.
El estudio se presenta de forma multidisciplinaria, involucrando diversas áreas de la DNIT. Durante estas jornadas, expertos en tecnología y gestión institucional analizarán las capacidades actuales, identificarán áreas de mejora y diseñarán estrategias orientadas a la transformación digital. Entre los expertos destacados se encuentran Gerardo Reyes-Tagle, jefe de la misión, y Oscar Lora, co-jefe, acompañados por Osvaldo Santín, Luis Cadena y Miguel Rego, quienes aportarán su experiencia en la materia.
El objetivo central de este esfuerzo conjunto es generar un impacto significativo en la modernización de la DNIT, dotando a la institución de herramientas concretas para avanzar en su madurez digital. Con ello, se busca no solo optimizar los procesos a través de tecnologías innovadoras, sino también transformar la forma en que se interactúa con los ciudadanos, promoviendo una administración pública más eficiente, transparente y orientada a las necesidades de un mundo cada vez más digital.
Este proceso se perfila como un hito en la historia de la DNIT, marcando el inicio de una nueva era en la que la tecnología y la innovación se convierten en pilares fundamentales para la evolución y el fortalecimiento del sector tributario en el país.
¿Qué es la madurez digital?
La madurez digital se refiere al grado en que una organización integra tecnologías innovadoras y procesos digitales en su operativa diaria. Es un indicador clave que mide la capacidad institucional para adaptarse a un entorno cada vez más tecnológico y competitivo.
Para la DNIT, alcanzar un alto nivel de madurez digital significa optimizar procesos, mejorar la eficiencia operativa y ofrecer servicios más ágiles y transparentes a los contribuyentes.
De igual forma, el BID destaca “las instituciones financieras deben considerar la adopción de una cultura digital y la gestión del talento, invertir en innovación, profundizar en data analítica, ampliar el alcance y la disponibilidad de los productos y mantenerse como una banca digitalmente relacional para alcanzar la madurez digital y ampliar así la inclusión financiera en la región”