El petróleo de tipo West Texas sube alrededor de un 2,5% y logra superar los 72,2 dólares por barril después de que las reservas de petróleo se hayan desplomado en EEUU en casi 10 millones de barriles. Por su parte, el petróleo Brent sube cerca de un 2% y se coloca por encima de los 77 dólares por barril.

Los analistas habían previsto una caída de alrededor de 2,5 millones de barriles según el consenso de Bloomberg. Sin embargo, la Agencia de la Energía de EEUU ha publicado un descenso de 9,9 millones de barriles, lo que deja las reservas totales de crudo en 416,6 millones de barriles, un nivel que se encuentra un 4% por debajo de la media de los últimos 5 años.

Este movimiento no había sido previsto por los analistas. Aunque en las últimos meses los inventarios se han reducido de forma habitual, una caída de casi 10 millones de barriles en una sola semana es algo poco habitual.

Por otro lado, los inventarios de gasolina para motor han caída en 1,2 millones de barriles y ya está un 6% por debajo de la media de los últimos 5 años. Todos los productos derivados del petróleo se encuentran ya por debajo de esta media en EEUU, lo que deja entrever que la demanda sigue dominando en el mercado.

Este dato de reservas se une a la presión de EEUU a sus aliados para que dejen de comprar crudo a Irán en los próximos meses, lo que equivale a una retirada de unos 500.000 barriles de la oferta global.

Por otro lado, la reunión de la OPEP de la semana pasada decepcionó a los que esperaban un fuerte aumento de la oferta. El cártel y sus aliados anunciaron un aumento de la producción de un millón de barriles por día, lo que podría ser insuficiente para cubrir el crecimiento de la demanda global. Desde el día de la reunión, el crudo Brent acumula una subida del 6,4%.

Fuente: elEconomista.es

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